divendres, 29 de gener del 2010

Cada vez cuesta más a las multinacionales trabajar en España

  1. En primer lugar, el idioma. Los españoles hablamos muy mal inglés. Incluso aquellos que lo hablan lo hacen bastante mal o se expresan con mucha dificultad, de donde se infiere que mantener un diálogo fluido en reuniones físicas o virtuales sea un suplicio. Las ironías, sarcasmos y el dar por hecho que algo ya está entendido sin haberlo hablado enerva a los trabajadores americanos que no entienden esa manera inoperativa de trabajar en equipo. Los malentendidos son constantes por cuestiones idiomáticas o culturales.
  2. En segundo lugar, la falta de compromiso. Se quejaba de que con los españoles no puedes cerrar fechas de entrega y esperar que se cumplan. Siempre habrá alguna razón para que el pedido se demore y jamás será atribuible a ellos, sino a terceros. Y este es el origen del siguiente punto.
  3. El siguiente punto es que los equipos de trabajo norteamericanos se quejan de lo poco operativos que son los españoles con los que comparten proyectos. Al parecer, y me lo creo, los españoles siempre se están quejando de esto o lo otro, no buscan de manera intuitiva soluciones a los problemas que surgen sino que intentan encontrar culpables para justificarse ellos mismos. Y todo se plantea siempre de un modo agresivo: son conocidas en el mundillo las reuniones donde los españoles se interrumpen entre sí o lo hacen a otros, o se solapan hablando; las comunicaciones por email son muy agresivas (me comentó algunos ejemplos para llorar como un email sin saludo ni despedida, o aquel donde el español respondió con un simple “Do it yourself”, etc.)
  4. El último gran punto al que sorprendentemente no le dio mucha importancia, fue el de los costes laborales. Con varias regulaciones que han tenido que hacer por todo el mundo, en Estados Unidos las oficinas ya son estables porque el mercado laboral es más flexible y de hecho están re-contratando a gente que fue despedida el año pasado. En España es más fácil y barato despedir a una persona que trabaje bien pero que lleve poco tiempo, en contraste con aquella que es ineficiente e improductiva, pero lleva muchos años trabajando allí.

En definitiva, su impresión es que a la multinacional le interesa cerrar la oficina de España porque, aunque la calidad del trabajo de los españoles es muy buena, es preferible perder calidad en favor de efectividad y gestionar un menor número de conflictos. Claro que lo puede hacer porque su negocio se apoya mayoritariamente en la Red, con gestiones online y entornos virtuales de trabajo. Eso da igual hacerlo en España que en India, China o Chequia. Otra cosa sería que hubiera costes de transporte de mercancía, pues con la subida del precio del petróleo muchas empresas deslocalizadas están pensando justamente lo contrario, es decir, volver a manufacturar en el punto de venta.

Via meneame

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