Ranulph Fiennes: aventurero que descubrió Uba, circundó la Tierra por el meridiano 0 y subió el Everest
La motivación es más importante que la capacitación y siempre va antes, pero no siempre después. No importan tanto las habilidades cómo que tengas ganas de aprenderlas.
Tras 36 años y 30 expediciones, sigo unido a mi equipo de 32 profesionales por el mismo sagrado lazo: no tener un penique.
Así que fiche a gente motivada. Y sé qué digo: en medio de la Antártida puedes despedir a un empleado, pero no librarte de él.
Y busca la suerte por si la encuentras, como nosotros, buscando la meca perdida de la reina de Saba, Ubar, la Atlántida del desierto.
Busqué aquella ciudad durante 20 años... hasta que dos agentes espias del sutan llamaron al ministerio con un: "¡No están cavando: son espías!". Cómo sabia cómo las gastaban, me acongojé y grité a los arqueólogos: "¡Por Dios, poneos a cavar ahora mismo!". Y cavaron y aparecieron... las dichosas ruinas. Estaban a 300 metros de mi base de todas las búsquedas, lógicamente enclavada, como Ubar, en cruce estratégico de caminos. En cinco días, los arqueólogos hallaron indicios y en cinco años excavaron toda la ciudad perdida del incienso, hoy visitable.
Mi señora me hizo descubrir que yo podía ser el primer británico en cruzar los dos polos y además subir al Everest.
Fracasé dos veces (sufrí un infarto) a los 65, lo he intentado de nuevo con un equipo menos competitivo - no de agresivos europeos, sino sólo de sherpas-y he hecho cumbre.
via lavanguardia.es
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